La oración, la fe y la ternura de nuestra Madre se hacen presentes entre vecinos, familias y amigos cada vez que se celebra el Mes de María en el barrio.

En Walter Scott con las Hualtatas, este signo de devoción se mantiene desde hace 50 años. En la pérgola se instala un sencillo altar adornado con flores para la imagen de la Virgen. Con el trajín del paradero del bus, poco a poco, vecinos, trabajadores y familias se van sumando al rezo.

Inés Foncea, de la Legión de María y encargada del punto de oración que también durante el año sirve como lugar de encuentro espiritual para el grupo mariano, comenta que con el paso de las semanas, la comunidad crece y uno de los diáconos se hace presente para distribuir la comunión. “Ya para ese entonces somos cerca de 50 personas”, cuenta.

Otro hermoso espacio se levanta en el Pasaje El Aromo, donde María Eugenia Undurraga, mantiene viva esta tradición hace 5 años.

Cada semana recuerda a los vecinos el horario del rezo y siempre acuden tres familias completas: desde los más pequeños hasta los adultos e incluso las mascotas del hogar. Todos participan con entusiasmo: se reparten las lecturas, se reza por los enfermos, se presentan intenciones especiales, se canta y se agradece. Un pequeño círculo de oración que ilumina el barrio con la paz y la ternura de la Madre.

Súmate al Mes de María en el barrio e invita a familiares, vecinos y amigos, para que cada lugar se llene de alegría, esperanza y encuentro:

Y no olvides que también nos encontramos en el templo parroquial, media hora antes de cada Misa, para rezar el Santo Rosario y el Mes de María, contemplando la dulzura de quien intercede por nosotros y nos enseña a confiar plenamente en Dios.